Los Maestros dicen: “La alegría es un descanso entre dolor y dolor, y el dolor es un descanso entre alegría y alegría”. Podemos experimentar con el dolor y permanecer en él sintiendo neutralidad; no se trata de posicionarnos en la indiferencia en cuanto a que nos dé lo mismo, sino de comprender lo que realmente está pasando y saber con certeza que tiene que tener un sentido, independientemente de que seamos capaces de encontrarlo o no. Las cosas suceden de modo inevitable y, aun cuando no nos guste lo que esté pasando, se puede saber, de todos modos, que es para el mayor bien de cada uno y de todos, y de este modo dejaremos de sentirnos víctimas.
—”Pasamanos a la Conciencia” de la Lic. Silvia Kamienomostki
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