Espiritualidad

Cuando nos esforzamos por vivir en una vibración afinada, elevada, con un anhelo sincero, y estamos muy atentos a esto, imbuidos de esto, nuestra energía empieza a vibrar en un color, en unas notas que por sí mismas constituyen una forma de cerrar la puerta-brecha a la energía ignorante y maliciosa. En los tiempos que vivimos, cuando la violencia es protagonista junto al destrato, el pensamiento lineal y la búsqueda de poder, tener en cuenta que la “salvación es espiritual” en el más amplio sentido de la palabra puede llevarnos a una conducta diferente, a un hacer que no se alimente negativamente del afuera, sino que acepte el cambio para que las cosas mejoren. Esto depende exclusivamente de volver a recordar, a tomar conciencia de la espiritualidad en su sentido más profundo. La contribución de cada uno de nosotros para el cambio puede ser empezar por casa, literal y simbólicamente, velar por nosotros mismos, por nuestros espacios y por los espacios que transitamos. Empezar con el cuidado de nuestras emociones, nuestro cuerpo, nuestra mente, de lo que hace o no hace nuestro ego, y lo que hacemos nosotros mismos con la propia energía. Esto implica posicionarnos en una frecuencia que nos ha de llevar a ampliar nuestra conciencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.